Después de un largo fin de semana y un poco cansado en este momento, vuelvo a escribir. Antes no lo había hecho por varias razones entre las que se encuentran no querer y falta de tiempo, que fue la que mas influyo porque hubiera podido perfectamente escribir acerca de por que no quería hacerlo.

El sábado hubo una fiesta de la empresa, a la que asistí, en conmemoración de las festas juninhas. Un conjunto de celebraciones que se hacen durante los meses de junio y julio en honor a San Juan. Son fiestas típicas de Brasil, en donde dan comida, cerveza, cachaça y una bebida que se llama quentao. La fiesta fue en una ciudad que se llama Gama, queda cerca a Brasilia y hace parte de ella. En realidad Brasilia, esta formada por varias ciudades, que se llaman ciudades satélite, y el plano piloto (el DF) que es el que fue creado hace 49 años.

Una finca, de un compañero de la empresa, era el lugar en que se llevaría a cabo aquella celebración. Quiero decir soy el campeón de carreras de sacos, así es, gané dos carreras con contrincantes de talla internacional, eso era Colombia Vs Brasil, y gané. También participe de un baile típico del cual no recuerdo el nombre, pero fue muy divertido. La combinación de cervezas y una fogata grandísima, que nos daba calor a todos los que alrededor de ella bailábamos –como 30 personas-, en aquella noche fría y estrellada fue casi que perfecta.

La comida también estuvo muy buena, las bebidas también. Tomé quentao, pero no me gusto mucho. Es una bebida a base de cachaça, canela, jengibre, azúcar y un poco de agua. Es caliente, casi como si fuera un té, pero te emborracha y además es un poco picante por el jengibre. De la comida hacían parte varios cortes de carne, pollo, chorizos y quien sabe que más comí yo ahí. También había mazamorra de maíz, arroz con leche, caldito de pollo, enyucado, bollo e’ maíz nuevo, claro esta que los nombres eran diferentes.

Salí de la fiesta a las 4 de la mañana, pero como estaba bastante retirado de Lago Norte, me hospede en casa de Rafael (si, se llama igual que el de acá donde vivo). El vive en Taguachinga, otra ciudad satélite. Allí estuve casi todo el domingo. Estando en el edificio donde el vivía, hubo un momento en que tuve una visión de casa.

Estábamos jugando Ping Pong, cuando de repente cierro los ojos y percibo un olor que me tele transportó a mi casa. Me vi allí, en una mañana como a eso de las 10. Haciendo nada, estaba algo más joven que ahora, y mi madre estaba trabajando. Tenía una especie de pañoleta en su cabeza y hacia el aseo. Me acorde de ella así, porque el olor que percibí era de citronela, una esencia que ella usaba antes en casa, en mi cuarto en todas partes al limpiar. Es triste decir que recordé a mi mamá haciendo oficio, es más triste decir que no le ayudo mucho cuando esta en esas, y es mucho más triste decir que en estos momentos me arrepiento mucho de no haberle ayudado, que no soy tan buen hijo en esos pequeños detalles, que acá hago lo que allá no hacía y sin pelear con nadie, que acá me como todo, que acá todo esta bien aun cuando no me gusta, que lavo mi ropa con juicio, que hago algo de aseo, que estoy siempre bien presentado… y muchas cosas mas que uno no hace con su mamá pero que en la lejanía quisiera hacerlas solo por darle el placer de tener un mejor día.

Espero en un año, darle el placer a ella de verme limpiando la casa, de descansar, de sentirse orgullosa porque su niño la quiere mucho y se lo demuestra.

Love you, Really love you a lot, more tan anything in this world…. MOM…..

Te quiero, de verdad mucho, mas que a nada en este mundo…. MAMÁ…..

Eu te amo Muito, realmente muito, mais do que qualquer coisa neste mundo..... Mãe.....