miércoles, 24 de noviembre de 2010

14 días desde la última vez

A menudo olvidaba sus labores, y se adentraba cada vez más en tareas infructíferas y poco placenteras. Parecía como si por instantes era poseído por entes a los cuales las cosas, que él quería, poco interesaban.

El tiempo, que algunas veces era su enemigo otras veces le ayudaba. Era casi como una relación en la que pierdes y ganas dependiendo que tanto complazcas al tiempo. Tal vez el no quería hacer eso que anhelaba, últimamente sentía que no sentía nada del todo y tal vez era por que últimamente el creía hacer lo correcto, lo que le ayudaría a sentirse mejor.

Una persona alguna vez me dijo, si quieres consejos pregunta a un viejo. Mi padre, no tan viejo, siempre me ha dicho que la vida y el éxito es de los que se esmeran y dan todo de si, de los que relucen con luz natural entre muchos. De los que son capaces de inspirar confianza en tiempos difíciles y de los que por muy difícil que sean los tiempos no pierden su dignidad ni dejan de lado la ética y buen obrar.

Han pasado 14 días desde la última vez que escribí... Aunque esos días no han pasado en vano, porque si bien no escribía dibujaba. Dejo aquí algo de eso.


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