domingo, 12 de septiembre de 2010

Terminalo tú

Las cosas que siempre son como parecen, en momentos cambian y se tornan distintas.

Esta es la historia de de un apasionado historiador... Él tenía un problema, mentía constantemente. Puede ser común en cualquier persona, pero para un historiador mentir se convertía en una constante día a día, por la naturaleza de lo que hacía.

Sentado mientras pensaba, y miraba que todo a su alrededor se destruía lentamente, él no entendía como algo que en un momento fue tan bueno, hoy se desvanecía como el perfume de la mujer que lo amó.

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Me gusta mirar un atardecer, sentir que hay algo por lo que vale la pena vivir. Me gusta caminar y reír, me gusta sonreír. Lloro algunas veces, y así me doy cuenta de lo que es estar triste, de lo que es sentir dolor. Grito y por días, a veces, ni hablo. Así intento ver si soy escuchado, si soy tenido en cuenta.

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No es más que dos comienzos, que espero produzcan dos desenlaces, dos finales. Quizas dos historias.

Aunque, hoy, me he quedado sin ideas. Quisiera que me ayudaras y escribieras algo, tal vez ayudarme a completar esas historias, pueden enviarme como respuesta a este post, lo que piensen. Tal vez un comentario, un email... No lo sé.

Envío un abrazo a todos hoy, un saludo y deseos de una excelente semana.

PD: Mis días han sido buenos, la he pasado bien, me he divertido, he trabajado, he salido, en dormido (plácidamente), he soñado (contigo), he cantado, he bailado, he reído.

1 beso y abrazos.

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