domingo, 11 de julio de 2010

Domingo de noche

Muy de noche... O no tanto en realidad, son las 10:30 exactamente cuando me sentí con ese algo que me anima a escribir. Como de costumbre de domingo desperté algo tarde, sintiendo que perdí la mañana. Pero bueno, la noche del sábado fui a dormir tarde y como consecuencia debía dormir el domingo.

Un fin de semana quieto, lo tomé para descansar y adelantar trabajos pendientes. Siempre hay trabajo pendiente... SIEMPRE!

Con el paso de esta semana, me he dado cuenta que debo aprender a ser mas paciente. También aprendí que hay varios caminos para hacer las cosas, también que se siente bien cuando tienes personas cerca en las que puedes confiar y sobre todo que el tiempo es poco, y a veces se malgasta... y siento que he malgastado mi tiempo y quiero ordenarme mejor. Eso es algo en lo que trabajaré esta semana.

Además de ese corto resumen de lo que fue la semana, quería compartir más de mis pensamientos... Esta vez un historia, espero gusten. Espero te guste.

Crónicas de un viajero

Es mientras intento empacar lo que llevaré a mi viaje, que me doy cuenta que mi vida cabe perfectamente en una mochila, un morral y una maleta. Un cuarto de hotel pequeño que es básicamente una cama, un baño con el espacio suficiente para una sola persona y un armario en que cabe todo lo que esta en mi maleta.

Es un cajon en madera de algo mas que 1 metro de altura, de ancho tiene no más de 50 centímetros y de profundidad unos 45 centímetros. Dividido en dos, y la mitad superior se encuentra divida nuevamente en dos. Lo que lo torna en una caja de madera con tres divisiones, donde la division de abajo (la más grande) tiene una puerta, pequeña, sin manigueta. Imagino que cuando fue creado era de un color uva brillante, porque hoy es de un tono lila desgastado por arañazos, caídas, escrituras de personas que tambien se han quedado en este cuarto y quien sabe que mas cosas le habrán hecho a ese cajón.

Al cerrar la maleta y dar un último vistazo al cuarto que en poco tiempo dejaré atrás, pienso en como este viaje será largo y agotador. Recordé como evitaba siempre tomar viajes por tierra, como evitaba siempre ir a donde voy ahora.

- Hola, me llamo Juan...
- Linda,
- Ví que eres linda, ¿me dices tu nombre?
- Mi nombre es Linda. Dijo ella y se sonrojó levemente. Cosa que me agradó mucho y me hizo querer conocerla más. Porque es difícil, aquí en donde me encuentro, conseguir una mujer que sea conversadora y de tal belleza a la vez. Ese acto de sonrojarse fue lo que me incitó a realizar mi siguiente pregunta y construir una conversación.
- ¿De donde eres linda Linda? y ella respondió que de un pequeño pueblo a dos horas de donde estábamos en ese momento. Y luego yo dije: "Creo que seremos compañeros de viaje, porque ese de ahi a tu lado es mi asiento", ella sonríe levemente, se corre un puesto y con su mano da dos palmadas a lo que será mi asiento y yo pienso en que Linda tiene unos bellos ojos marrones y una sonrisa que parece haber sido confeccionada por las manos del mejor escultor del mundo.

Hablamos por horas mientras ella estuvo despierta, yo por el contrario duermo poco y cuando viajo acostumbro a no dormir. Mirándola dormir, pensaba en su voz, en su risa y su forma de ser... Le gusta el helado de frutas naturales, los postres de leche, las frutas tropicales, prefiere una playa a una piscina y prefiere leer un buen libro antes de ver una novela. Le gusta bailar no para que la vean si no para desprenderse de su estrés, aislarse por momentos de las personas para pensar en ella también le es de agrado.

Hace un poco de frio, así que tomé mi chaqueta y la arropé suavemente para evitar despertarla, cosa que no funciono y con suave voz dijo: - gracias... Y se inclino un poco hacia mi, alcé mi brazo izquierdo y ella encajaba perfectamente a mi lado. No sentía frio y su calor se sentía bien. Ella era todo lo que necesitaba yo, que no duermo, para descansar plácidamente mientras aún es de noche.

Amor a primera vista, no creo en esas cosas, somos solo dos personas en perfecta armonía conviviendo para tener un buen y agradable viaje. El bús se detiene bruscamente y ambos despertamos lentamente. Nos miramos, sonreímos y lo único que me salió fue -"espero hayas podido dormir bien, de haber sabido que ibas a dormir sobre mi, hubiese comido más los meses pasados para que me sintieras mejor". Su respuesta fue convincente y menos elaborada que mi pregunta, "tuve una buena noche al lado de una excelente compañia".

Nos detuvimos a comprar comida, por eso fue que se detuvo el bús, pero yo llevaba algo de comer en mi mochila, así que mientras todos bajaron nosotros nos quedamos en el bús hablando y conociéndonos mejor. Sus miedos y los mios, su sueños y los mios, mi familia y la de ella... Y mientras nos íbamos dando cuenta que teníamos mucho en común el tiempo pasaba despacio y era como si hubiese encontrado a esa princesa, de las que nunca hacen muchas. De esas de las que solo se sabe por cuentos.

Y esa es la historia linda Lucy, de como nos conocimos tu mami y yo, y lo quiero decirte con esto es que algunas veces, las mejores cosas de la vida llegan cuando menos las esperas como tu mami llegó a mi vida, otras veces uno se encarga de hacerlas llegar como cuando llegaste tú a nuestra vida.

- Buenas noches papi.
- Buenas noches preciosa.

Trapped Martian.

pd: Buenas noches.

2 comentarios:

Primeras veces a los 30 dijo...

:D :D :D ... EXCELENTE... me encantooo! me imaginé todoooo :D jeje :) buen comienzo de semana querido amigo semi virtual :D

Trapped Martian dijo...

Gracias lucero espiritual... :P