miércoles, 23 de julio de 2008

Día 23

Nuevamente en el carruaje de metal aprovecho el tiempo de espera para escribir. Tengo mas sueño de lo normal, anoche me acosté tardísimo y tomé unas cuantas cervezas. Ayer, al salir del trabajo Carlos pasó por mí, me iba a entregar el celular que accedió prestarme para mi uso con el chip GSM que recientemente había adquirido.

Luego de eso fuimos a Hooters, un restaurante americano atendido por bellas garotas en patines, que queda a la orilla del lago Paranoá, en un hotel que se llama Lakeside. Ayer en ese lugar, por la compra de una cerveza te daban otra, cada uno de nosotros tomó dos. Nos hubiéramos podido quedar a comer allí, pero era muy caro.

Luego fuimos a comer, mi primer perro caliente en Brasilia, para nada como los de Barranquilla, pero tenia buen sabor. Era un pan, salchicha, queso, maíz y papitas. Sin salsas, yo tomé unos sobrecitos que habían de salsa de tomate y mayonesa, y lo complete con eso. Nunca pensé en salir un martes y tener una buena rumba, pero ayer, anoche, fuimos a un lugar llamado Poixe para bailar forró. Llegamos a las 9 de la noche, y ya había bastante gente allí dentro. El cover costaba 7 reales, y las cervezas dentro 4 reales. Yo tome dos que compré y una que me regalo Carlos.

El lugar tiene un grupo que toca forró en vivo, y sinceramente hubo un momento en el que creí que era viernes. La gente bailando y divirtiéndose sin preocuparse por tener que trabajar al día siguiente. No recuerdo los nombres de las mujeres con las que bailé, pero muy seguramente el día que vuelva las veré. Y estoy seguro que ese día ha de ser un fin se semana, porque acostarme a la 1 de la mañana para tener que despertarme a las 6 es algo que espero no volver a repetir, por lo menos mientras tenga que trabajar al día siguiente.

Hice mi primera llamada con el celular, debo decir que fue con los creditos que le dan a uno cuando compra el chip. Venía con R$ 5.00, pero para activarlo me tocaba hacer una llamada que fuera cobrada (una llamada que dure más de tres segundos), así que llamé a Carlos y listo mi celular estaba activado. Luego mas tarde en la noche intente llamar a mucha gente en Colombia y nadie respondía… Llamé a mi papá, al chico, a mi mamá, a pao (mi hermanita), a luis m (no entro la llamada) y al final una llamada si entro, pude oír su voz otra vez y se corto, la llamada mas cara que he hecho en mi vida, aunque estaba probando a cuanto salía el minuto y me di cuenta q es muy CARO…. Duré algo como 11 segundos y costo 4.5 reales.

Hoy 23 llegue a casa como de costumbre, pero esta vez abrí las puertas con mis llaves, porque Elena (la mamá de Rafael) hoy en la mañana me las dio. Ya puedo llegar un poquito con más confianza sin molestar a nadie, porque la verdad antes me daba pena despertar a Rafael o a su mamá para que me abrieran la puerta.

Menos mal que anoche, Rafael ya estaba despierto cuando lo llamamos, osea que no cuenta…jajajjajajajaa

Nos vemos… al rato.

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