martes, 27 de julio de 2010

Con faltas de ortografía

Mirando mis notas para ver que puedo rescatar. Algo que sea digno de publicar, de compartir. Algo para mostrar.

Sentado y pensativo, mientras leo mis pensamientos, como lo haría alguien intentando ordernar una pila de libros, me encuentro. Perdiendo la concentración por momentos, porque nuevas ideas no demoran en aparecer. Son sueños, son locuras, son utopias, son nada y lo son todo. Son sentimientos y son recuerdos.

En mi vieja libreta de apuntes me encuentro desnudo... No literalmente, porque no hay fotos ni recortes. Pero soy yo, pues creo que actuo como pienso, y creo que pienso antes de actuar... Tal vez piense mucho, no he dicho que siempre piense lo que es mejor... Solo sé que en mi vieja libreta de apuntes, estoy yo hecho pensamiento... están plasmados mis sentimientos.

Rescato para ustedes un cuento.

"Querida mujer que no conozco, pero que he soñado muchas veces. Escribo con la esperanza de encontrarte, te he buscado por mucho tiempo, sin suerte. Aún sin conocerte te conozco bien, sé que eres honesta y sensible. Sé que sonries con un arco iris, y aprecias el trinar de las aves, sé también que eres tierna como las flores, que tu aroma es a rosas de todos los colores. Sé que tus ojos ven más allá de lo que tienes en frente, se que tus manos pueden palpar lo que no se siente.
Siento como sabes que te pienso, sé como piensas que te siento.
Dejo esta carta aquí, para tí mujer que no conozco."

Justo antes de firmar, un ventarron traicionero arrebato de sus manos el trozo de papel. Y bailando entre el viento se fue alejando en el horizonte la carta, mientras él impotente la veía alejarse. Sabiendo que así nunca llegaría a su destino.

"Querido que no te conozco, pero me conoces bien. Recibí con agrado tu carta, y puedo sentirte cerca a mi. Creo que una persona que me conoce tan bien sin conocerme, merece que la conozca. Puedo sentir, además de lo que sabes, que eres sensible y cariñoso. Como quisiera conocerte, así tal vez sabría donde poder verte. Querido que no conozco, de la forma como recibí tu carta te envío esta y espero del viento tu respuesta. L. 8569523"

Sin saber él que el viento, o el destino (no lo sé), llevó su carta justo detrás de su casa, donde vivia Lin. Dejando de lado una locura, continuó su camino, se sumergió de nuevo en su rutina, pensando en la mujer que quería, pensando que por esta vez, gracias al viento, dicha mujer no recibiría una nota con sus pensamientos.

No hay comentarios: