lunes, 7 de julio de 2008
Día 6
Largo día, desperté en casa de Carlos. Nuevamente sin síntomas de fiebre o malestar en el cuerpo. Recuerdo bien que eran las 9 de la mañana. Tenía un sueño impresionante (nos acostamos a las 4 am). Yo no entiendo como hace Carlos. A esa hora, ya el estaba listo y había preparado desayuno para los dos. Dispuesto a llevarme a casa y de ahí salir a la jornada del plan 08 de AIESEC. Yo le dije que no iría, que estaba muy cansado.
Recogimos unas bebidas que el llevaría para el plan, cerramos la casa y preparamos todo para nuestra salida. En el camino íbamos hablando, me pregunto que si al fin hoy en la noche iríamos a Caribenho, le dije que no, pues mañana, lunes, empezaría a trabajar y quería llegar sobrio. Quedamos en salir allá durante la semana, creo que el viernes.
Llegue a casa de Rafael como a las 930, saludé a su mamá y a su papá. Me dijeron que estaban preparando un churrasco, que a las 11 llegarían unos amigos de ellos a comer. Asentí con la cabeza y dije, -“ok, yo estoy pendiente. Estaré escribiendo un poco y después dormiré un rato.”, así que entre al cuarto de estudio, encendí mi portátil y empecé a escribir lo que hice en el día 5. Leí tus correos y me llenaron de satisfacción. Intente escribirte mensajes al celular, pero durante el día el servicio no ha estado muy disponible.
Luego de leer y escribir, subí y me recosté un rato. Hasta las dos de la tarde. A esa hora me levante pues entendí que la mamá de Rafael quería presentarme a sus amigas, y creo que hubiera sido malo quedarme toda la tarde durmiendo.
Sentí pena al salir del cuarto, iba rumbo al baño a lavar mi cara, mojarme un poco el cabello y cepillar mis dientes. Salí bostezando con los ojos medio cerrados y estirándome, cuando de repente una voz –“oi Miguel, this is my friend mariane”, “merda”, pensé. Camila estaba viendo televisión con una amiga de su colegio, y la primera impresión que tuvo ella del “gringo” –acá a todas las personas que no son del país les dicen gringos-, era de este despertando a las 2 de la tarde un domingo. Jejejejej, que pena. A eso solo pude decir, “I was really tired, I went to a party yesterday, nice to meet you, Miguel”. Luego de eso los besos, en Brasil se dan dos besos uno en cada mejilla. ¿Recuerdas que yo te decía falta el otro lado para que no se ponga celoso?, con ánimos de robarte otro beso, bueno acá no hay necesidad de decirlo. Jejeje… hey esos besos que te robé se sintieron muy bien, aun recuerdo como me dijiste, “eres un atrevido, te voy a pegar”, a lo que yo dije, “bueno déjame robarte otro para que me cojas en el acto”. Recuerdo tu mirada en ese momento.
Bueno, volviendo a temas más terrenales, continuo con el cuento. Baje rápidamente las escaleras con Camila, ella era como mi escolta en ese momento. Me acompaño a la cocina y me pregunto que si iba a almorzar, le dije que si, y fue cuando me dijo que su mamá quería verme. Ella me introdujo a sus amigas y a las personas que estaban allí en el churrasco. Almorcé sin mucho afán, pero bastante comida. Arroz, ensalada, frijoles con farinha, carne de res, pollo, menos de medio vaso de guaraná y un vaso de agua. Además, postre.
Después del almuerzo, pasé casi toda la tarde en el computador sentado, estaba leyendo, esperándote, salude un poco a la gente, hable con mi familia. Luego por un momento subí a ver televisión, un documental sobre Charles Chaplin, muy bueno por cierto. Era en inglés con subtítulos en portugués. Después del programa, baje nuevamente al cuarto de estudio y leí un poco sobre objetos de aprendizaje (para mi tesis), y esperé aun mas. El servicio de mensajería de tigo no estaba disponible, la página no cargaba, te dejé una razón en tu casa, no sé si te la den.
Ahora acabo de tomarme algo como un pax noche, no me siento mal, es solo por prevenir, evitar que me ataque nuevamente el “virucito” ese de la gripinha. Por el momento creo que me voy a dormir y mañana sabrán más de las aventuras del marciano.
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