domingo, 29 de junio de 2008
“Estas castigado, por irte!”
Sin sugar a dudas, palabras que no me gustó mucho oír. Aun cuando tu voz me enloquece, tu sonrisa me trae cautivo y tus ojos, tus ojos, esos ojos que me miran como preguntándose si es cierto, que si en verdad te siento tanto, esos ojos con su hermosa mirada. Los mismos ojos que se cierran al contacto de mis labios con los tuyos, los mismos que veo en las estrellas, los que anhelo ver siempre todas las noches antes de dormir.
Fue un día productivo, después de todo alcance a comprar algo de ropa para el viaje, mi papá pagó los pasajes (algo que creo el no sabe cuanto agradezco) y pude verte otra vez. No me canso de verte. Pero, como las últimas veces que te he visto las cosas no salen como esperaba. Son una serie de maricadas y sucesos que al final opacan la felicidad que siento al verte.
Luego de comprar la ropa, no podía dejar de pensarte. Porque haces tantas cosas y dices otras, porque me besas y luego dices que esta mal. Porque me entregas cosas de ti para conservarlas, pero me pides que te olvide. ¿Porque? ¿Porque? ¿Porque? Solo dices “no sé”. Que debo hacer con tantos recuerdos, y tantos momentos felices?, olvidar?
La verdad llegue a mi casa después de la despedida, que había organizado con gente que aprecio mucho (amigos y allegados), esperando tu llamada, y a los 10 minutos recibí esa llamada, pero con todo y eso no entiendo nada y no se que hacer. Es lo que dije antes, me dices unas cosas y luego es como si te arrepintieras y cambias de opinión.
La verdad es que me lo has pedido tanto que ya estoy empezando a creerlo, y yo no quiero. Me cuesta trabajo entender como tu te haces a la idea tan fácilmente, en estos momentos solo quiero dormir, y de pronto mañana pueda escribir alguna otra cosa, quien sabe y sueñe la respuesta a este predicamento tan huevon por el que pasamos.
Nos vemos luego, no te guardo ningún rencor y te quiero mucho princess.
Fue un día productivo, después de todo alcance a comprar algo de ropa para el viaje, mi papá pagó los pasajes (algo que creo el no sabe cuanto agradezco) y pude verte otra vez. No me canso de verte. Pero, como las últimas veces que te he visto las cosas no salen como esperaba. Son una serie de maricadas y sucesos que al final opacan la felicidad que siento al verte.
Luego de comprar la ropa, no podía dejar de pensarte. Porque haces tantas cosas y dices otras, porque me besas y luego dices que esta mal. Porque me entregas cosas de ti para conservarlas, pero me pides que te olvide. ¿Porque? ¿Porque? ¿Porque? Solo dices “no sé”. Que debo hacer con tantos recuerdos, y tantos momentos felices?, olvidar?
La verdad llegue a mi casa después de la despedida, que había organizado con gente que aprecio mucho (amigos y allegados), esperando tu llamada, y a los 10 minutos recibí esa llamada, pero con todo y eso no entiendo nada y no se que hacer. Es lo que dije antes, me dices unas cosas y luego es como si te arrepintieras y cambias de opinión.
La verdad es que me lo has pedido tanto que ya estoy empezando a creerlo, y yo no quiero. Me cuesta trabajo entender como tu te haces a la idea tan fácilmente, en estos momentos solo quiero dormir, y de pronto mañana pueda escribir alguna otra cosa, quien sabe y sueñe la respuesta a este predicamento tan huevon por el que pasamos.
Nos vemos luego, no te guardo ningún rencor y te quiero mucho princess.
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2 comentarios:
Migue por fin ingreso a tu blog.
Oye verdaderamente que uno no termina por conocer los talentos de la gente, escribes chevere... Dicen por ahi que "de poetas y locos todos tenemos un poco".Aunque escribes con pasión, suena triste...pero muy interesante
Me alegra que todo esté saliendo bien.
Un abrazo
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